lunes, 20 de febrero de 2012

ANIMALANDIA


Mi historia a partir de los siguientes personajes propuestos: un tiburón vegetariano, un avestruz diminuto con cuatro patas, un caracol con una pierna y sin antenas que corría como un galgo y una mariposa enorme con tres alas.

Hace millones de años, los animales vivían felizmente hasta que un día, un hechicero creó unos animales muy extraños: un tiburón vegetariano, un avestruz diminuto con cuatro patas, un caracol sin antenas pero con una pierna muy veloz y una mariposa gigante con tres alas.
Los cuatro animales estaban preparados para vivir en su clima correspondiente.
El tiburón, en el agua estaba muy triste, porque, cuando se acercaba a algún animal acuático todos huían y los tiburones no le prestaban atención, pensaban que un tiburón vegetariano era absurdo; el avestruz , como era tan pequeña , recibía burlas de sus compañeras, y las gallinas la confundían con su comida; al caracol no le gustaba ser el único de su especie con una pierna porque debía ir saltando y escuchaba a través de sus ojos; y la mariposa no podía ir con otras mariposas a volar, y además, la consideraban como una amenaza.
Los cuatro extraños animales fueron a hablar con el hechicero, quien les explicó que debían trabajar juntos para solucionar sus problemas. Así que los animales se ayudaron unos a otros y encontraron una solución para cada uno. Para el tiburón construyeron una casa llena de plantas cerca de donde vivía, para no tener que buscar alimentos y asustar a los peces; al avestruz le hicieron unas escaleras altas para estar a la altura de los otros avestruces; al caracol le dijeron que podía buscar las cosas que hubieran perdido otros caracoles; y la mariposa podría transportar de un sitio a otro a mariposas con problemas, etc.
De esta manera, quedaron en reunirse todas las semanas, y se hicieron amigos.
El hechicero, como veía que los animales ya no tenían ningún problema, decidió inventar muchos animales extraños.

sábado, 11 de febrero de 2012

¡VIAJE A LA NIEVE!

Este año nos ha tocado a nosotros ir de viaje a la nieve. Nos hemos alojado en un hotel al lado de las pistas.
Solo hemos ido cuatro alumnos: Celia, Ximo, Alfredo y yo. Nos acompañaban unos alumnos del colegio de Masalavés, de Carcagente y Alzira; todos juntos sumábamos 52 escolares y 5 profesores.
El trayecto era tan largo que nos dio tiempo a ver dos películas (Los viajes de Gullivert  y Poul), hablar mucho y escuchar música. Después de 10 interminables horas llegamos al hotel justamente cuando empezó a nevar, ¡qué ilusión!
Celia y yo compartíamos habitación con dos niñas de Carcagente, Paula y Pau, y Berta de Masalavés. Después de instalarnos fuimos a probarnos las botas. Por la noche me costaba dormir; estaba pensando en el dia que me esperaba.
Al día siguiente empezamos a esquiar, ¡qué nervios! ¡Aún no me lo creo, no me caí ninguna vez! Creo que estaba bastante bien para ser la primera vez que tenía unos esquís puestos a mis pies. Así que cada día iba  aprendiendo más cosas y mejorando el deporte tan magnífico que acababa de conocer. El segundo dia mi profesor Vicent me llevó a las azules, eso quería decir que estaba ya al nivel de una aventura de nuevas caídas; pero no ocurrió nada grave, te levantas y empiezas de nuevo. ¡Ah! Lo que menos me gustó fue los trompazos que me llevé por la percha en intentar subir; pero al final la batalla la gané yo, acabé dominandola, ja, ja, ja.
Por las noches habían actividades de animación, por ejemplo la jincana, el futbolín, el ping pon y la última noche había discoteca.
Al volver hicimos un concurso de canciones, y el premio fue... ¡¡¡QUEDARSE AFÓNICOS!!!
Fue una lástima la desaparición de la cámara, pero Vicent, no te preocupes: las mejores imágenes estan almacenadas en nuestra memoria y nadie nos las puede robar.
¡Mira si me lo he pasado bien que estoy pensando en repetir sexto! Bueno, creo que será mejor que no, pero espero  que nuestros compañeros del colegio puedan disfrutarlo como nosotros.



Hotel Port Ainé 2000

Gracias a todas las personas que me han ayudado a poder realizar el viaje, comprando camisetas, colonias, lotería, bombones y polvorones, y sobretodo a mis padres por su ayuda y darme la oportunidad de realizar el viaje.